Por Matias García
Luis Amaranto Perea tomó al Junior de Barranquilla tras la sorpresiva salida de Julio Comesaña, sabiendo que era un hierro caliente el club y que la presión por no ganar es fuerte. Sin embargo, desde el inicio demostró tener temple y ahora en la Copa Sudamericana clasificó de fase eliminando a Plaza Colonia.
El equipo selló la clasificación en Uruguay, donde ganó 0-1 con tanto de Teófilo Gutiérrez, pero a Amaranto Perea aún le falta corregir puntos en concreto para sentarse en la mesa de los grandes entrenadores, como el caso de Julio Comesaña o el mismo Alexandre Guimarães, que ahora lo busca media liga colombiana.
Y es que Perea aún no sabe leer los cambios según el análisis de la prensa especializada, pues en lugar de ayudar a sumar o cerrar el partido, siempre quedan debiendo. Al entrenador no le gusta correr riesgo y lo que más busca es alguna variante posición por posición o para reforzar las líneas.
En el caso de Comesaña o Guimarães, sus ideas de juego variaban pero en el tema de cambios de jugadores, sabían en que punto el equipo necesitaba un aire nuevo y/o que les resuelva el compromiso. Así lograron salir campeones y el ejemplo más reciente es justamente de la Copa que le ganó Junior a América, donde Comesaña arriesgo y mandó a Carmelo Valencia, quien le resolvió prácticamente la serie.
25/04/2024
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