Por Jhon Soto
El partido entre Brasil y Argentina vivió momentos de mucha tensión al momento en que autoridades brasileras ingresaron al campo para retirar a ‘la fuerza’ a cuatro jugadores argentinos que vienen de Europa y no mantuvieron un aislamiento estricto que contempla la ley brasilera para las personas que provienen de algunos países del continente europeo. El escenario exhibió un trastornado revuelo.
El escándalo puede repercutir en acciones legales de parte de la federación Argentina de Fútbol si se contempla que los jugadores arribaron al país y no tuvieron problema en concentrarse con la selección, ahora, en redes catalogan el hecho como un ‘atrevimiento’ a la disputa deportiva, un punto que se pudo prever con anterioridad al pitido inicial.
A su vez, los patrocinadores del juego pueden entablar procesos legales en contra de la federación brasilera puesto que, los acuerdos comerciales se basan en la promoción a lo largo del trámite de los juegos, de modo que, con el bochornoso altercado, la atención centraliza el conflicto y deja de lado la posibilidad de promoción de marcas y demás acuerdos que previamente se han acordado.
Sin embargo, determinar el culpable del altercado puede definir qué consecuencias legales tendrán luego del altercado; ¿una salvedad de la logística brasilera? ¿ O un error del cuerpo técnico argentino en incluir a los jugadores con el inminente riesgo de presentarse una situación como la ya vivida?.
Lo cierto es, que el juego se suspendió y ambas selecciones se fueron a los vestuarios, a su vez, el cuerpo arbitral salió de la cancha y las expectativas del partido que daba apertura la segunda jornada de clasificación mundialista en septiembre, quedaron por el suelo respecto a una escasa disputa de partido.
28/03/2024
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