Lo que afectó Yerry Mina en la Selección Colombia por su obsesión individual
Al defensor central de Colombia le gusta el show, pero cuando se lo hacen a él pasa algo raro.
Yerry Mina en sus últimos tres años como futbolista profesional ha vivido un vaivén de emociones. Una montaña rusa que le ha dado alegrías y tristezas al mismo tiempo. Con la Selección Colombia en la Copa América de Brasil 2021 ha vivido esa novela de momentos positivos y negativos.
Yerry Mina es un jugador que a simple vista resalta entre todos, incluso por encima de los porteros que suelen usar uniformes de otro color. Lo primero que llama la atención de Mina es que es muy espigado en tamaño; mide 1.95 metros de altura. En defensa o en ataque siempre las tiene de ganar. Cabecea habitualmente a placer para despejar o para atacar.
Yerry Mina nació en Guachené que es uno de los 42 municipios del departamento de Cauca - Colombia. Su tierra natal es muy dada al sabor, a la excentricidad, a lo exótico y a mezclar la fantasía con la realidad. Eso lo lleva en su ADN como un símbolo de identidad. Mina ha querido trasladar eso a su juego y a su forma de ser dentro del campo.
Esa forma de ser que es una característica muy individual de Yerry Mina, muy personal diríase, terminaría jugándole en contra en los momentos de mayor tensión deportiva. Mina cuando marcó el primer gol de esta segunda etapa de Reinaldo Rueda lo hizo contra la Selección Perú en las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a Qatar 2022. Mina en Lima luego de anotar comenzó con su baile, con sus morisquetas y todos le aplaudían para darle aprobación a sus formas graciosas de celebrar en pleno partido.
Contra la Selección Uruguay en los cuartos de final de la Copa América de Brasil 2021, Yerry Mina le marcó un penal a Fernando Muslera y de inmediato hizo su show con bailes, gestos y caras graciosas. Lo volvieron a aplaudir. Ahora bien, contra la Selección Argentina se dejó intimidar por el meta Emiliano Martínez, este le picó adelante y lo desarmó psicológicamente al darle una cucharada de su propia medicina con frases y retos verbales fuertes.
El análisis acá es que en el deporte a alto nivel se deben guardar las formas y la concentración. Es delicado si un jugador como Yerry Mina contagia al equipo con una forma de ser relajada, termina pasando lo sucedido ante Argentina, se llega al juego con un exceso de confianza, con una sensación mental de superioridad, de que ya casi se ganó y luego se termina chocando contra un muro. Lo mejor es llegar al juego con garra, con hambre de ganar, con concentración al máximo y ya cuando verdaderamente se ha ganado se celebra en el camerino, en el hotel o en otro lugar. Parece poca cosa esto, pero esas obsesiones individuales de Yerry Mina podrían estar causándole problemas a Colombia.