Los 3 momentos del semestre que hicieron que Santa Fe fuera campeón de la Liga Betplay

La reciente conquista de la décima estrella de Liga por parte de Independiente Santa Fe no fue producto de un camino fácil. Fue una travesía llena de obstáculos, dudas y momentos que, lejos de hundir al equipo, lo forjaron hasta convertirlo en un campeón. Analizamos tres momentos cruciales de la campaña que demostraron la resiliencia y el carácter del 'León'.

1. La Turbulencia Inicial: Eliminación Internacional y Crisis Institucional

El inicio de 2025 para Santa Fe fue anything but prometedor. La temprana y dolorosa eliminación ante Deportes Iquique de Chile en fase previa de la Copa Libertadores fue un golpe duro que expuso las fragilidades del equipo y la crisis dirigencial que ya venía arrastrando el club. Este revés internacional no solo generó frustración en la hinchada, sino que también desnudó la necesidad urgente de cambios profundos. La inestabilidad institucional y los malos resultados en el torneo más importante del continente crearon un ambiente de pesimismo, pero paradójicamente, sentaron las bases para una necesaria reestructuración.

2. El Cambio de Rumbo: La Salida de Peirano y la Llegada de Jorge Bava

La presión por los resultados y el ambiente enrarecido condujeron a la salida del técnico Pablo Peirano. Este fue un punto de inflexión. En su lugar, llegó el uruguayo Jorge Bava, un movimiento que inicialmente generó escepticismo, especialmente porque el equipo estaba en una posición delicada, cerca de quedar eliminado de la fase regular de la Liga. La misión de Bava era clara: enderezar el rumbo y devolverle la identidad a un equipo a la deriva. Su llegada trajo una nueva metodología, mayor orden táctico y, poco a poco, una confianza renovada. La clasificación a los cuadrangulares, que parecía una quimera en un momento, se logró con esfuerzo y el equipo empezó a creer en sus posibilidades.

3. Las Derrotas que Templaron el Carácter: El Camino a la Resiliencia

El camino hacia la gloria no estuvo exento de nuevos golpes que, irónicamente, fortalecieron al equipo. Santa Fe sufrió derrotas contundentes que fueron verdaderas lecciones. La goleada ante Alianza FC en la fase regular fue un campanazo de alerta. Posteriormente, en el mismo cuadrangular final, las caídas ante Millonarios como local y Atlético Nacional también en condición de local, fueron reveses que dolieron, pero que sirvieron para forjar un carácter inquebrantable.

Estos partidos, lejos de desmotivar, impulsaron a Santa Fe a corregir errores, a afianzar su estilo de "garra y huevos", y a demostrar una resiliencia inusual. Cada tropiezo se convirtió en un aprendizaje, y el equipo de Bava supo levantarse más fuerte, demostrando que las adversidades no lo doblegaban, sino que lo empujaban hacia su objetivo final: la décima estrella.

Estos tres momentos, marcados por la crisis, el cambio de liderazgo y las dolorosas derrotas, se entrelazaron para construir la narrativa de un campeón que supo transformar los desafíos en el combustible para alcanzar la gloria.