Colombianos en el Mundo

Los árbitros fueron designados, y habla Loustau de aquella final del 89

Aunque no es una final, cuando estos dos se encuentran se despierta el morbo, de la primera Copa Libertadores del Atlético Nacional, dice la leyenda.

Por Alejandro Enrique González Alvarez

Aunque no es una final, cuando estos dos se encuentran se despierta el morbo, de la primera Copa Libertadores del Atlético Nacional, dice la leyenda.
Aunque no es una final, cuando estos dos se encuentran se despierta el morbo, de la primera Copa Libertadores del Atlético Nacional, dice la leyenda.
Síguenos enSíguenos en Google News

Un partido que sacará chispas será el Olimpia de Paraguay vs Atlético Nacional, el encuentro será en el Estadio Manuel Ferreira, a las 7:30 de la noche se dará el inicio del juego, el encargado de impartir justicia será otro Argentino Néstor Pitana, así como su compatriota lo hiciera en el año 1989, Juan Carlos Loustau fue el encargado de llevar adelante la controvertida final, que corono al verde campeón de América.

Más noticias de Nacional de Medellín:

 

El jugador de Atlético Nacional que se comparó con Arturo Vidal y se volvió viral por este motivo

 

 

De tal manera, crece la expectativa por este duelo, y la designación del árbitro para la ida, es un ingrediente extra, pues se confirmó que el central de este duelo será el argentino Néstor Pitana.

 

 

Y es que el gaucho ya tiene antecedentes ante clubes colombianos y uno poco grato ante la Selección, pues en la más reciente edición de la Copa América, en el duelo entre Colombia y Brasil, convalidó una acción de gol de los brasileños instantes después de que la pelota había tocado en su humanidad.

 

 

Ahora, es el turno para que imparta justicia en un duelo importante para las aspiraciones de Nacional, que jugará tal duelo ante Olimpia el próximo jueves, pero la actualidad no es lo único que enciende la polémica, el diario el perfil, hace una crónica de la historia de los árbitros detrás de la final del 1989, entre Olimpia y Nacional.

 

 

El argentino que peor la pasó en una final de Copa Libertadores fue Juan Carlos Loustau. ¿El árbitro? El mismo. Fue el 31 de mayo de 1989, cuando definieron Atlético Nacional, de Colombia, y Olimpia, de Paraguay. Allá fue Loustau, a tratar de hacer justicia, pero se enfrentó con un apriete de los buenos muchachos de Pablo Escobar.

 

Cuenta la Leyenda

 

La odisea de los árbitros argentinos en Colombia arranca dos semanas antes, en la semifinal. Nacional había perdido 2-0 ante Danubio, de Uruguay, pero tiene la revancha de local. Destinan a Carlos Espósito, Juan Bava y Abel Gnecco. La noche previa al partido están los tres en el hotel cuando cuatro muchachos vestidos de negro y con ametralladoras destruyen a golpes la puerta de la habitación y entran a los gritos. El líder de la banda va al grano:

 

—Tiene que ganar Nacional, ¿escucharon bien? Hay 50 mil dólares para cada uno. Las cabezas de ustedes tienen un precio, ¿entendieron?

 

Nacional gana esa semifinal por 6-0, con cuatro goles de Albeiro Usuriaga, el delantero que cinco años después brilló en Independiente.

 

La primera final es en Paraguay y los colombianos pierden 2-0 ante Olimpia. Pero les queda la última ficha: otra vez definen en casa, otra vez con árbitros argentinos.

 

Julio Grondona, que sabía de los aprietes narcos, había logrado que la final se disputara en Bogotá, donde Pablo Escobar tiene menos control que en Medellín. De todos modos, ocurre: la noche previa al partido Loustau está cenando con Francisco Lamolina y Jorge Romero en el restaurante del hotel, se acerca un hombre con un maletín, lo deja debajo de la mesa y les dice: “Colombia no puede perder más finales”. Los árbitros intentan enfrentarlo, discuten, el hombre exhibe un arma, interviene el personal de seguridad del hotel. Un caos, hasta que el sujeto se retira con la valija.

 

 

Pero lo peor está por venir. El partido es correcto, sin grandes polémicas. Nacional gana 2-0 y deben definir por penales. La serie de cinco termina 4-4. Ahora deben ejecutar uno cada uno. Patea Gabriel González, de Olimpia, y ataja René Higuita.

 

 

Si convierte Felipe Pérez se termina la pesadilla para Loustau. Pero falla. Es el turno de Jorge Guasch y otra vez ataja Higuita. Ahora sí, todas las esperanzas están puestas en Gildardo Gómez, pero patea afuera. El destino es sádico. Le toca a Fermín Balbuena: tercera posibilidad para Olimpia, tercera atajada de Higuita.

 

 

La suerte, después de todo, tal vez esté del lado del árbitro. Luis Carlos Perea es el hombre que lo puede salvar. Toma poca carrera, dispara seco al medio y la saca el arquero. ¿Es posible? ¿Qué está ocurriendo? Van dieciséis penales y todo sigue igual. Nacional tuvo tres match point y los desperdició.

 

 

Un mal presagio, definitivamente esto tiene que ser un mal presagio. Le toca a Olimpia: Vidal Sanabria la manda a las nubes. Es ahora o nunca. Leonel Álvarez es el elegido. ¿Héroe o villano? Héroe: convierte el gol que le da la primera Copa Libertadores a Nacional. Y, sobre todo, salva a Loustau.

 

 

Confirmado por infobae América

 

Un explosivo y revelador relato de Infobae América, publicado hace contados días, sostiene que Escobar efectivamente quebrantó a los jueces designados para la final, pero que estos no cedieron a la presión del mafioso y se limitaron a realizar su trabajo sobre el césped. Hubo represalias, pero el silencio prevaleció.

 

“Después de los años transcurridos podríamos decir que estos árbitros argentinos entendieron perfectamente el mensaje. No el de los sicarios de Pablo Escobar Gaviria, sino el verdadero mensaje de la vida”, sentencia.

 

Más noticias de Nacional de Medellín:

 

Vale $1 millón USD, se creía intocable en Atlético Nacional y el karma se la cobró

 

 


Más noticias