Por David Arengas
El decepcionante empate 0-0 de la Selección Colombia ante Perú en la fecha 15 de las Eliminatorias, disputado hoy en el Estadio Metropolitano bajo el arbitraje de Wilton Sampaio, ha detonado una crisis de confianza que resonó de inmediato en redes sociales. El reconocido periodista Pablo Giralt lanzó la pregunta que muchos se hacían: "¿Por qué creen que bajó tan considerablemente el nivel de la Selección Colombia?", y la respuesta de la afición y analistas fue un aluvión de críticas sin filtro, señalando fallas estructurales y de gestión.
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Las respuestas no se hicieron esperar, pintando un panorama desolador. Una de las más contundentes y generalizadas apuntó a la calidad intrínseca del equipo, con sentencias como "Porque son una selección excesivamente microbio. Por algo se sientan en la misma mesa que Bolivia". Esta crítica general se profundizó con la percepción de que "nunca hubo idea de juego, solo jugadas e individualidades", y la polémica sugerencia de que "nos hemos encargado de fichar DTs pasionales y no tácticos porque los tácticos cortarían cabezas que afectarían el marketing y los negocios de federación y compañía".
El director técnico Néstor Lorenzo se convirtió, nuevamente, en el blanco de dardos directos. La "falta de experiencia del DT" fue señalada, acusándolo de haber "trabajado lo que sabía y le salió en Copa", pero que "cuando tuvo todo en contra como ahora no tiene idea de darle vuelta". La crítica se agudizó con la exigencia de su salida: "Lo tienen que echar el Martes". Además, su persistencia con ciertas figuras fue duramente cuestionada: "El técnico se casó con James, y mientras James juegue con tan bajo nivel y el técnico siga con la terquedad y no lo saque... nos va a seguir yendo mal".
Otro factor polémico en el debate fue la sede del partido. A pesar de la teoría de que Barranquilla es una ventaja, muchos afirman lo contrario: "Barranquilla es un ahogadero para jugadores que no juegan en Colombia, cuando lo entenderán, ¡estaban más ahogados los colombianos que los peruanos!". Propuestas como "hay que rotar la sede" comenzaron a ganar fuerza, argumentando que "Barranquilla afecta más a Colombia que a los equipos que vienen de visitantes".
Finalmente, el análisis se extendió a la profundidad del fútbol colombiano y su recambio generacional. Se lamentó que Colombia tenga "una de las peores ligas del continente, solo tiene a un jugador en un equipo de élite (Luis Díaz) y no tiene un delantero decente". La nostalgia por épocas pasadas fue palpable al comparar: "Pasaron de tener a Falcao, Bacca, Teo, Jackson, Ramos y Muriel a tener a Durán. El recambio generacional ha sido nefasto".
El pesimismo es tal que algunos ya anticipan un desastre ante Argentina: "Colombia si le saca un empate a Argentina es un milagro, ojo Venezuela que puede dar el batacazo en Uruguay". La pregunta de Giralt ha abierto una herida profunda, revelando una percepción generalizada de que el declive de la Selección Colombia es multifactorial, estructural y que exige soluciones urgentes y radicales para evitar un descalabro mayor.
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