¿Es falta de pantalones, o será que las autoridades no quieren terminar con la violencia en los estadios?

La Dimayor en varias oportunidades a dejado pasar la oportunidad de cambiar el código y endurecer castigos. Y cada vez se repiten más los hechos de violencia, dentro y fuera del estadio. El día de ayer hubo un caso grave. Varios ejemplos internacionales.

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A través de las redes sociales varios hinchas denunciaron la agresión de la que fue objeto un aficionado del América, por parte de fanáticos del Deportivo Cali. Los hechos se presentaron el sábado en la noche a la salida del estadio del cuadro azucarero, después del clásico que ganaron los rojos 1-0.

En el video que circula en twitter se observa a un grupo de hinchas, algunos con camisetas verdes, agrediendo a uno que está de blanco y que después de una golpiza, sale corriendo para buscar protección.

De esa manera la violencia se sigue apoderando del fútbol colombiano por aficionados que no toleran un resultado adverso. Fuente El País Cali

Europa año 2017 el Lyon, de Francia, recibía al Besiktas, de Turquía, en los cuartos de final de la Liga de Europa. Unos 15.000 hinchas visitantes llegaron al estadio Gerland. Algunos de ellos, ubicados en la parte superior de la tribuna sur, lanzaron petardos y objetos a hinchas locales que estaban en la parte baja. Luego se escucharon dos detonaciones, y los fanáticos del Lyon corrieron al campo. Algunos de ellos decidieron subir a tomar justicia por su propia mano.

Los dos clubes fueron multados con 100.000 euros y excluidos de las competiciones europeas para la próxima temporada, aunque la sanción quedó en suspenso, sujeta a que no se repitan los malos comportamientos.

“Es una decisión justa, aunque nos sorprendiese el nivel de violencia con el que nos confrontamos”, dijo el presidente del Lyon, Jean-Michel Aulas. Su club fue acusado de una “organización insuficiente”.

El gas que sacó a Boca de la Copa. Octavos de final de la Copa Libertadores 2015. Boca Juniors y River Plate jugaban el partido de vuelta en La Bombonera. Cuando los jugadores visitantes salían a la cancha para el segundo tiempo a través del túnel plástico que se usa para evitar el lanzamiento de objetos desde la tribuna, con el marcador 0-0 y un global de 1-0 a su favor, un fanático local les arrojó gas pimienta.

El árbitro, Darío Herrera, esperó más de una hora para reanudar el partido y finalmente, tras consultar con funcionarios de la Conmebol, lo suspendió.

La entidad descalificó a Boca Juniors de la competencia, le impuso una multa de 200.000 dólares y dispuso que el club jugara los siguientes cuatro partidos internacionales como local a puerta cerrada, además de prohibir que sus hinchas accedieran a cuatro juegos como visitante.

La sanción tuvo después dos curiosidades: la primera, con motivo del centenario de la Conmebol, hubo una especie de amnistía y a Boca le redujeron los ocho partidos a solamente dos, uno en casa y uno como visitante. Y la segunda: el autor de la agresión fue individualizado: Adrián Napolitano, conocido como el ‘Panadero’. Se le prohibió entrar durante tres años a los estadios de Argentina, fue expulsado del club y se le ordenó donar 10 kilos de pan al mes.

Pelea territorial. Serbia y Albania se enfrentaron el 14 de octubre del 2014 en Belgrado, en juego de la eliminatoria para la Eurocopa 2016. Un juego caliente por antecedentes territoriales.

Fanáticos de ambas selecciones se pelearon y hubo lanzamiento de bengalas. Un dron con la bandera de la Gran Albania que incluía partes de Serbia, Macedonia y Grecia, sobrevoló el estadio. El jugador serbio Stefan Mitrovic interceptó el aparato y arrancó la bandera. Varios futbolistas albaneses lo agredieron y uno de ellos, Bekim Balaj, fue a tomar directamente la bandera. Los hinchas serbios se sintieron provocados y agredieron a Balaj: lo atacaron con una silla. Las dos selecciones fueron multadas con 100.000 euros. Se declaró ganadora del partido a Serbia. Los albaneses llevaron el caso al TAS y lograron quedarse con los puntos.

El punto es que se deben tomar estos ejemplos y muchísimos otros ya para cortar de raíz este maleficio que son las barras bravas en nuestro continente, que están haciendo de un juego familiar, un campo de guerra.

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