Por David Arengas

La infraestructura del fútbol profesional colombiano (FPC) sufrió un nuevo y serio revés. En la noche del martes, el Atlético Huila confirmó que el icónico estadio Guillermo Plazas Alcid de Neiva ha sido oficialmente inhabilitado para albergar partidos, luego de que una inspección técnica revelara graves daños estructurales.
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La Dimayor respaldó la decisión del club opita, dictaminando que el escenario no podrá ser utilizado en el FPC hasta que se realicen las adecuaciones necesarias exigidas por la normativa de seguridad.
El informe técnico presentado a las autoridades es alarmante. Advierte sobre un alto riesgo de colapso en las tribunas ubicadas directamente sobre los camerinos de los equipos y los árbitros.
“Se recomienda una intervención estructural profunda o, en su defecto, la demolición total de las tribunas, dada la gravedad de las deficiencias detectadas y el riesgo que estas representan para la seguridad de los asistentes, jugadores y demás”, detalla el documento.
Esta inhabilitación representa un duro golpe para el club en un momento crucial. La situación pone en jaque la continuidad del Atlético Huila en el departamento. Ante la necesidad de buscar un nuevo estadio para disputar sus partidos de la temporada 2026, la posibilidad de salir de Neiva se vuelve tangible.
Esta perspectiva no tiene nada conformes a sus nuevos dueños, el Grupo IDV (propietarios de Independiente del Valle), quienes compraron el club con la expectativa de consolidar un proyecto deportivo en el Huila. Ahora, se ven obligados a buscar alternativas de sede para asegurar la participación del equipo en el próximo torneo.

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