Era más barato James, la millonaria razón por la que Junior no echa a César Farías

El Junior de Barranquilla enfrenta no solo una profunda crisis deportiva, marcada por múltiples eliminaciones en lo que va de la temporada, sino también un monumental dolor de cabeza financiero centrado en el alto costo de su director técnico, César Farías. La inversión en el estratega venezolano se ha convertido en un auténtico 'problema de mil millones de pesos' para las arcas del club 'Tiburón'.

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💣 Un Salario de Lujo en Contraste con Resultados Decepcionantes

Según información revelada por Diario Deportes, el salario de César Farías en el banquillo rojiblanco asciende a la impresionante cifra de 80 mil dólares al mes. Esta suma, que si bien es habitual en ligas de mayor envergadura, se ha vuelto insostenible ante la notoria falta de logros deportivos que el equipo ha mostrado bajo su dirección.

Bajo la gestión técnica de Farías, el Junior ha acumulado dos dolorosas eliminaciones en lo que va de su gestión: dos en la Liga BetPlay (poniendo fin a las aspiraciones de título) y una más en la Copa Sudamericana. Un palmarés negativo que contrasta dramáticamente con el millonario desembolso mensual que el club realiza.

💣 Rescindir Contrato: Una Carga de Mil Millones de Pesos Colombianos

Pero el problema para el Junior no termina en el oneroso salario mensual. Si las directivas del club deciden poner fin al vínculo contractual con César Farías, la rescisión costará una cifra astronómica: 240 mil dólares, lo que se traduce en alrededor de mil millones de pesos colombianos.

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Esta cifra representa una pesada carga financiera para un club que necesita reestructurarse urgentemente y que ve cómo sus aspiraciones deportivas se diluyen una tras otra. La situación actual pone al Junior en una encrucijada: mantener a un técnico cuyo proyecto no ha rendido frutos al nivel esperado, o asumir una millonaria indemnización que afectaría gravemente la planificación de futuras inversiones en la plantilla. El 'Tiburón' se encuentra nadando en aguas turbulentas, con un problema que va más allá de la cancha y que impacta directamente en su sostenibilidad económica.