Les robaron con un penal y la decisión que tomó Eduardo Pimentel con el Boyacá Chicó

La polémica volvió a rodear al estadio La Independencia de Tunja tras el partido entre Boyacá Chicó y Atlético Nacional, donde el dueño del club boyacense, Eduardo Pimentel, denunció públicamente que “dejaron entrar gratis al que quisiera” poco antes del inicio del encuentro.

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Según el dirigente, la apertura de puertas sin control fue una decisión “inconsultamente y de forma atrevida”, tomada sin la aprobación del club. Pimentel expresó su inconformidad a través de su cuenta en X, señalando que esta medida vulneró los derechos de quienes sí compraron su entrada. “Esto es delicadísimo. Hubo gente que pagó y se sintió burlada”, escribió el directivo.

El hecho generó indignación entre los hinchas locales, que vieron cómo una gran cantidad de aficionados de Atlético Nacional ingresó libremente al estadio, llenando las tribunas sin adquirir boletas. En respuesta, Pimentel anunció que Boyacá Chicó suspenderá la realización de partidos Clase A en el escenario hasta que existan “las garantías del caso” en materia de seguridad y organización.

“Fue una falta de respeto total hacia nuestra afición. No se consultó nada con el club y se puso en riesgo la seguridad y el orden”, afirmó el dirigente, quien también responsabilizó a la Comisión Local de Seguridad, Comodidad y Convivencia por tomar decisiones sin coordinación con la institución.

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El tema encendió el debate en redes sociales: mientras algunos hinchas de Nacional celebraron el ambiente festivo, seguidores del Chicó criticaron el desorden y exigieron respeto por quienes pagan su entrada.

Con esta denuncia, Pimentel volvió a poner sobre la mesa un viejo reclamo sobre la gestión de eventos en el estadio de Tunja. Su advertencia marca un punto de inflexión que podría comprometer la continuidad de encuentros de alto perfil en la capital boyacense si no se implementan correctivos inmediatos.