Por David Arengas
El vibrante Superclásico entre Millonarios y Atlético Nacional, por la Fecha 2 de los cuadrangulares de la Liga BetPlay, finalizó con un insípido empate 0-0 en el Estadio El Campín. Sin embargo, el resultado pasó a un segundo plano ante una noche marcada por la controversia arbitral, con el central Luis Matorel en el ojo del huracán por al menos tres acciones claras de penalti que no fueron sancionadas, dejando un profundo sabor a injusticia y alimentando la furia de ambas hinchadas.
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Desde el pitazo inicial, el encuentro estuvo cargado de tensión, y no solo por la rivalidad en el campo, sino por las decisiones del juez que, una tras otra, generaron un sinfín de reclamos y una explosión de indignación en las redes sociales.
El marcador final de 0-0 no reflejó la intensidad del partido ni la cantidad de jugadas polémicas que pudieron haber cambiado el destino del encuentro para cualquiera de los dos equipos. La falta de intervención del VAR en estas acciones clave solo incrementó el descontento, dejando a la hinchada con la sensación de que las decisiones en el campo no tuvieron la revisión necesaria.
La noche en El Campín, más allá del resultado, será recordada por las reiteradas controversias arbitrales, que una vez más, pusieron en el centro de la crítica el nivel del arbitraje en el fútbol colombiano, especialmente en partidos de tan alta relevancia como el Superclásico en cuadrangulares.
07/06/2025
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