Se cae a pedazos, el club que recibe una millonada por derechos de TV en el FPC y no tiene estadio

Una situación de extrema preocupación ha surgido en el fútbol colombiano. En el municipio de Rionegro, se ha declarado "urgencia manifiesta" en el estadio Alberto Grisales, hogar de Águilas Doradas, debido a graves problemas estructurales y de cubierta en una de sus tribunas. La situación ha escalado al punto de forzar el aplazamiento del crucial partido en el que el equipo local recibiría a Independiente Medellín.

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José Fernando Salazar, máximo accionista del club, se refirió a la situación como "un acto de responsabilidad de nuestro alcalde". La intervención de la administración local es inminente y ya tiene un plan de acción para garantizar la seguridad de los asistentes. La primera medida será retirar la cubierta de la tribuna, que es la fuente de mayor riesgo, para luego proceder a la repotenciación de toda la estructura. El objetivo es claro: evitar cualquier tipo de tragedia y asegurar un espacio adecuado para la afición.

Esta contingencia, sin embargo, no es un hecho aislado en la historia del club. La historia de Águilas Doradas en el fútbol colombiano ha estado marcada por una especie de nomadismo, adaptándose a diversas sedes a lo largo de los años. La institución ha jugado como local en ciudades como Sincelejo, Pereira e Itagüí, antes de establecerse en Rionegro. Ahora, con su actual casa inhabilitada, el equipo deberá buscar una nueva cancha para continuar con sus compromisos en la Liga colombiana

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El club, que ha sabido sobreponerse a los desafíos geográficos en el pasado, enfrenta un nuevo capítulo en su historia de adaptación, con la prioridad de la seguridad por encima de cualquier otra consideración deportiva.