Por David Arengas
La ciudad de Bucaramanga se convirtió en el epicentro de una nueva polémica en el fútbol colombiano. La sanción impuesta por la Dimayor al técnico Rafael Dudamel y al jugador Fabián Sambueza ha desatado la ira de la afición del Atlético Bucaramanga, que ha expresado su descontento de manera contundente.
Durante el partido ante Fortaleza, los jugadores del Bucaramanga ingresaron al campo de juego con las bocas tapadas, en una clara muestra de protesta contra la decisión de la Dimayor. La tribuna letona se unió a esta manifestación, coreando cánticos en contra del ente rector del fútbol colombiano y exhibiendo pancartas que expresaban su rechazo a la sanción.
La sanción a Dudamel y Sambueza se produjo luego de las polémicas declaraciones de ambos tras un partido en el que el equipo se vio afectado por decisiones arbitrales. La Dimayor consideró que estas declaraciones fueron una falta de respeto hacia el arbitraje y decidió aplicar una sanción ejemplar.
La protesta del Atlético Bucaramanga ha puesto en evidencia los problemas que existen en el fútbol colombiano, como la relación entre los clubes y la Dimayor, la transparencia de las decisiones arbitrales y la falta de diálogo entre las partes.
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