Por David Arengas
El clásico entre Millonarios y Atlético Nacional volvió a demostrar su pasión y rivalidad, pero también dejó un episodio lamentable. Al minuto 28 de la primera parte, Marino Hinestroza, el veloz extremo derecho colombiano de Atlético Nacional, logró empatar el encuentro, desatando una euforia desmedida que rápidamente se convirtió en polémica.
Tras anotar el gol, el joven jugador caleño corrió hacia una de las esquinas del campo y, en un acto que generó gran indignación en la afición y los jugadores de Millonarios, simuló limpiarse la boca con la bandera albiazul, que adorna una de las tribunas del estadio. Este gesto, claramente provocativo y desafiante, encendió los ánimos en el terreno de juego y en las gradas.
Los jugadores de Millonarios, liderados por su entrenador Alberto Gamero, protestaron airadamente ante el árbitro John Hinestroza, exigiendo una sanción ejemplar para el jugador de Nacional. Hinestroza, por su parte, amonestó a Marino con una tarjeta amarilla, una sanción que fue considerada insuficiente por muchos.
Este incidente pone de manifiesto la importancia de mantener el respeto entre los rivales en el deporte. El fútbol es una pasión que une a millones de personas, pero también es un juego que debe ser practicado con fair play y deportividad. Celebraciones como la de Hinestroza no solo manchan la imagen del jugador y de su equipo, sino que también generan un ambiente de hostilidad que perjudica al espectáculo.
Es fundamental que los jugadores, los técnicos y los dirigentes deportivos se esfuercen por fomentar un clima de respeto y tolerancia en el fútbol colombiano. Las provocaciones y las actitudes antideportivas no tienen cabida en un deporte que debe ser un ejemplo para la sociedad.
La Federación Colombiana de Fútbol y las autoridades deportivas deben tomar medidas para prevenir este tipo de incidentes y sancionar ejemplarmente a aquellos que los cometan. Asimismo, los medios de comunicación tienen un papel fundamental a la hora de difundir mensajes positivos y promover valores como el respeto, la tolerancia y el juego limpio.
El fútbol es pasión, pero también es respeto. Es hora de que todos los actores involucrados en este deporte asuman su responsabilidad y trabajen juntos para construir un fútbol más limpio y más justo.
03/12/2024
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