La Selección Colombia de Reinaldo Rueda: ¿evoluciona o involuciona su juego?

Se suele pensar que con el pasar del tiempo las semillas que se siembran van a dar los mejores frutos; porque es un proceso natural madurar y crecer. Sin embargo, esa analogía no parece tan fácil de aplicar a la Selección Colombia que dirige Reinaldo Rueda. El equipo parece que mejora a ratos, sin embargo se detiene, retrocede y poco avanza.

La Selección Colombia es cierto que no viene de un ciclo de continuidad deportiva, la salida de José Néstor Pékerman significó un punto de quiebre en un proceso de trabajo que rindió grandes frutos a nivel general. Lo que si no se puede negar es que quedó una base de ese proceso; una generación de jugadores que aún se mantiene, dado que pocos o ninguno ha pasado a retiro.

Luego del proceso exitoso de Pékerman llegó una fase de trabajo corta y con muchos vaivenes con Carlos Queiroz, quien entró por la puerta principal y salió por la puerta de atrás, se fue de noche para que nadie lo viera al ser despedido. Ese traspié a nivel de la Selección Colombia fue una caída considerable de lo que se venía trabajando. Pero sigue siendo la misma base de jugadores.

Ahora bien, la llegada de Reinaldo Rueda viene a significar una revancha para él, recordemos que tuvo un proceso de 2002 al 2004 que no dio frutos. Luego llega esta segunda oportunidad que le da la Federación Colombiana de Fútbol a Rueda; debe aprovecharla al máximo. Pero preocupa que tras 6 juegos oficiales al mando, partidos casi de manera seguida, donde tiene más de un mes trabajado con el grupo y con un micro ciclo que es suficiente para detectar las fallas a trabajar, aún no se observa una identidad de juego y un funcionamiento colectivo.

Es allí donde se genera la pregunta de si la Selección Colombia evoluciona o involuciona su funcionamiento colectivo. Por ejemplo, hace 10 años no se veía a una Colombia teniendo problemas por los laterales como la actual, por allí están llegando los ataques de los contrarios desde hace rato. Tampoco se aprecia el trabajo de un “10” creativo que arme la ofensiva como lo hacía un James Rodríguez hace poco o un Carlos Valderrama hace mucho. Tienen a un jugador como Edwin Cardona en esa posición y es evidente que no da la talla. Por último una delantera que no mete goles, solo corren y a veces caminan; Duván Zapata y Luis Muriel no convencen.