La necesidad de un jugador como James Rodríguez para asociar la conducción de balón en la ofensiva de la ‘tricolor’

En los tres juegos que ha enfrentado la Selección Colombia desde que Reinaldo Rueda tomó las riendas del equipo y planteó un esquema de reconstrucción, se ha visto una evolución notable en algunos sectores del campo. Del mismo modo, la condición anímica del plantel; se ha restablecido la confianza y seguridad como identidad del seleccionado ‘cafetero’, sin embargo, no es secreto que hay algunas falencias evidentes que Rueda debe transformar en fortalezas.

Como se ha dicho, es vital para cumplir los objetivos próximos como Copa América y el camino a Qatar 2022 que Rueda identifique y acomode la ofensiva del equipo pensada en generar más opciones claras en el área rival; en el enfrentamiento con Ecuador se notó una fortaleza importante en la defensa y salida del balón para alejar el peligro de la portería de David Ospina, sin embargo, la necesidad de un jugador que sea ‘socio de todos’ arriba del medio campo tirado a la delantera es una marcada necesidad.

Más aún, evaluando la tres actuaciones contra Perú, Argentina y Ecuador; en los dos enfrentamientos Colombia tuvo trámites del partido donde impuso un ataque intenso, sin embargo, en ocasiones el retroceso no era lo suficientemente rápido, contra Ecuador, los ‘cafeteros’ sufrieron un en los dos últimos cuartos de cancha, después del medio campo se perdía consecutivamente el balón, algo que Ecuador aprovechó para anticipar el ataque y generar oportunidades.

De ahí que, un jugador de las características de James Rodríguez se convierte en pieza fundamental para formular un ataque intenso a través de la conducción del balón; aportando la filtración de jugadas de peligro en el área rival sin descuidar la seguridad del medio campo, apoyándose de los laterales de ida y vuelta que ha propuesto Rueda en su táctica.