¿James Rodríguez podrá adaptarse a la disciplina estricta que impone Rafael Benítez en el Everton?

James Rodríguez estuvo durante dos meses entre idas y venidas en torno a su futuro profesional. Incluso James en sus transmisiones vía Twitch había anunciado que pronto iban a saber a donde se marcharía y que realizaría un concurso para obsequiar la camiseta de su nuevo equipo. Pero eso nunca sucedió.

James Rodríguez estuvo cerca de firmar con el AC Milan, pero durante varias semanas negociando no pudieron concretar, el colombiano deseaba que le pagaran los $8 millones de euros al año que gana en Inglaterra. Pero los italianos le ofrecían solo $3.5 millones de euros anuales y James no los aceptó.

Asimismo, el mercado de pases de Europa se cerró el 31 de agosto de 2021, a la medianoche. Pero James no logró salir del Everton. Al colombiano le llegó una oferta de última hora y fue el modesto club turco İstanbul Başakşehir, los cuales le reafirmaron el mismo salario que le ofrecía el AC Milan, pero James tampoco lo aceptó.

Ahora bien, James Rodríguez se tuvo que quedar en el Everton al no tener otra alternativa para marcharse. Su rivalidad con Rafael Benítez es clara y precisa, pero James es quien más pierde; porque el entrenador es la voz superior, porque dice quién juega y quién no.

Finalmente, James Rodrígez no tiene otra alternativa que aceptar que Rafael Benítez es quien manda, debe buscar hacer las paces con el entrenador y pedirle que le dé una oportunidad; trabajar duro, respetar, no solo para aspirar a ver minutos de juego. James es el principal perjudicado si no juega, para una posible venta a mediano plazo su valor de mercado seguirá cayendo.