¿Es solo un rumor? Atención a lo que dijeron Lerma y James sobre la polémica de Jhon Durán

Tras el deslucido empate 0-0 de la Selección Colombia ante Perú en el Estadio Metropolitano, y en medio de una turbulencia mediática por presuntos conflictos en el camerino, dos de los referentes del equipo, Jefferson Lerma y James Rodríguez, salieron a la zona mixta para intentar calmar las aguas. Sus declaraciones, que buscan desmentir cualquier fricción interna, buscan reafirmar la unidad del grupo de cara al crucial enfrentamiento ante Argentina.

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Jefferson Lerma, visiblemente enfocado en el futuro inmediato, fue el primero en tomar la palabra. Con un llamado a la autocrítica constructiva, el mediocampista afirmó: "Tenemos que recapacitar lo más pronto posible. Tenemos una oportunidad para enfrentar a Argentina y hacer algo mejor." Sin embargo, fue su siguiente frase la que apuntó directamente a los rumores de incidentes internos, como el reportado altercado entre Jhon Jáder Durán y Néstor Lorenzo: "Aquí no ha pasado nada, acá se respira un buen ambiente y una sana competencia." Lerma buscó así disipar cualquier duda sobre la armonía del vestuario colombiano.

Minutos después, James Rodríguez, capitán y figura, respaldó la postura de su compañero, aunque con una aproximación más matizada sobre el momento deportivo. "Es verdad que no estamos en una buena racha, pero yo creo que pasará", admitió el '10', reconociendo la sequía de resultados que tanto preocupa a la afición. No obstante, al igual que Lerma, James fue enfático en desmentir las versiones que hablaban de una explosión en el camerino: "Es falso, todo lo que se ha dicho fuera es falso".

Con esa categórica negación, James intentó desviar el foco de la polémica interna hacia el desafío futbolístico que se avecina. Con optimismo, se refirió al próximo rival: "Argentina es un lindo reto, es un equipo que va a dejar jugar, son fuertes, pero podemos hacerle daño". Sus palabras buscan insuflar confianza en la capacidad de la 'Tricolor' para reponerse y competir de igual a igual, incluso contra una de las potencias sudamericanas.

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Las declaraciones de ambos jugadores clave son un intento claro de controlar la narrativa y proyectar una imagen de cohesión en un momento de máxima tensión. El presunto altercado y las críticas feroces a la dirección técnica y al rendimiento del equipo han generado un ambiente de crisis sin precedentes. Ahora, con las voces de Lerma y James intentando cerrar filas, el gran interrogante es si la "sana competencia" y el "buen ambiente" que afirman respirar se traducirán en la cancha ante una Argentina que no perdonará errores. La verdadera prueba de esa unidad se vivirá el próximo martes, cuando Colombia busque una redención que va más allá de los tres puntos.