Colombianos en el Mundo

Barranquilla ya no nos sirve, la razón de peso en la debacle de la Selección Colombia

El calor, el ambiente y otros factores ponen en duda a Barranquilla como casa de Colombia.

Por David Arengas

Barranquilla, bajo la lupa tras el mal nivel de Colombia como local. Foto: Conmebol, Pexels y TyC
Barranquilla, bajo la lupa tras el mal nivel de Colombia como local. Foto: Conmebol, Pexels y TyC

Tras el decepcionante empate 0-0 de la Selección Colombia ante Perú, que dejó un amargo sabor en la boca de la afición, el periodista Juan Felipe Cadavid lanzó una serie de preguntas punzantes en sus redes sociales, buscando ir más allá de las excusas superficiales y desatando una avalancha de reacciones. Su análisis, que puso en el centro del debate no solo el rendimiento del equipo sino también la idoneidad de Barranquilla como sede, destapó una olla a presión en el fútbol colombiano.

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Cadavid, desafiando la narrativa predominante, afirmó: "Hoy en Bquilla no hizo un calor sofocante y no es por defender la sede, es que la discusión tiene que ser más profunda". Acto seguido, disparó una ráfaga de interrogantes que apuntan al corazón del vestuario y al banquillo técnico de Néstor Lorenzo: "¿Están unidos adentro? ¿Hay jugadores intocables? ¿Lorenzo será capaz de reconocer que se le vino el equipo abajo? ¿Por qué el equipo dejó de ser agresivo tras pérdida? ¿Por qué nos vimos tan lentos?". Estas preguntas reflejan una profunda preocupación por la cohesión interna, la gestión del DT y la falta de identidad táctica.

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Las palabras de Cadavid resonaron con fuerza, especialmente las referidas a la sede, y generaron una oleada de respuestas que, en muchos casos, contradijeron su punto de vista inicial sobre el clima. La afición no tardó en exigir un cambio radical: "Increíble uno no poder mirar otra alternativa de sede.... ¿Cuáles son los intereses que se mueven en Barranquilla?", cuestionó un usuario, añadiendo que el equipo lucía "cansado y agotado".

La sensación térmica de 38 grados centígrados, reportada por algunos, fue usada para rebatir la minimización del calor: "El frío más intenso fue de 37 grados de sensación.... ¿cómo va a decir eso?", reprochó otro periodista. La fatiga visible de los jugadores colombianos fue una constante en los comentarios: "Siempre se notan cansados, ahogados, el rival tiene más piernas al final de cada partido en Barranquilla". El contraste con el próximo partido en Argentina, a 5 grados centígrados, alimentó el argumento de que "Barranquilla nos hace más daño a nosotros". La demanda fue clara y contundente: "Barranquilla no puede ser más la casa de la selección, analicen Uds lo futbolístico pero ya no más ese estadio lleno de influencers muertos. Profundicen el tema entonces de la sede, ya es hora".

¿Un Equipo Roto y la Sombra de Fracasos Pasados?

Más allá de la sede, las redes sociales reflejaron una percepción alarmante sobre el estado interno del equipo. La idea de que "ese equipo está roto" ganó fuerza, y la relación con ciertas figuras fue directamente cuestionada: "seguro ya están mamados de James, con toda razón", se leyó, insinuando la existencia de "jugadores intocables" que, según Cadavid, podrían estar afectando la unidad.

La preocupación por el futuro es palpable, con la sombra del fracaso de Qatar 2022 planeando sobre el ambiente: "No sé por qué veo que estamos repitiendo la misma historia para Qatar y miren cómo acabamos. ¡Ojo! Si nos quedamos sin otro mundial se deben ir todos, desde (Ramón) Jesurum (presidente de la FCF) para abajo", clamó un seguidor, señalando una posible crisis estructural en la Federación. La incertidumbre sobre la capacidad del equipo para reaccionar es evidente, con una voz retadora que ironizó: "Y si es el calor, entonces vamos a ver si se traen los 3 puntos del frío de Argentina".

Las preguntas de Juan Felipe Cadavid han abierto una caja de Pandora, revelando que la decepción por el 0-0 va más allá de un resultado, apuntando a problemas profundos en la Selección Colombia que exigen respuestas urgentes y una autocrítica profunda.


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