¿Hubo excusa de Gandolfi? Lo que dijo el entrenador de Nacional tras el 0 a 0 con Tolima

El empate 0-0 de Atlético Nacional ante Deportes Tolima dejó una sensación agridulce. Para el técnico Javier Gandolfi, la resistencia con nueve jugadores fue un acto de orgullo. Sin embargo, para muchos, su rueda de prensa fue un espejo de una cruda realidad: un equipo con corazón, pero que aún no logra dominar sus emociones. Las palabras del entrenador, que buscaban ser un mensaje de gratitud, terminaron por evidenciar un problema de gestión que parece estar fuera de su alcance.

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Un Círculo Vicioso de Expulsiones

Con dos jugadores expulsados en un mismo partido, la indisciplina de Nacional se ha convertido en un tema recurrente y preocupante. Gandolfi no lo ocultó. "Lo de las expulsiones es un tema que lo vengo hablando, muchas veces lo emocional termina afectando", reconoció el técnico. El hecho de que el entrenador lleve tiempo trabajando en este aspecto sin lograr resultados demuestra que el problema va más allá de un simple llamado de atención. Los heroicos nueve jugadores que defendieron el empate son, a su vez, una prueba de que la falta de control es una barrera para el equipo, que constantemente se ve forzado a batallas de resistencia en lugar de imponer su juego.

Ospina, el Único Faro de Tranquilidad

El elogio del técnico a David Ospina fue elogiado por su sinceridad, pero también reveló una debilidad. Gandolfi destacó que el arquero "nos da seguridad y tranquilidad, es un jugador de jerarquía". La presencia de un líder como Ospina, con su experiencia y su serenidad, es un lujo para cualquier equipo. Sin embargo, en el contexto de un plantel que constantemente pierde los papeles, el hecho de que un solo jugador, de 36 años, sea la única fuente de "tranquilidad" es una señal de alarma. Esto sugiere una grave falta de madurez y liderazgo en el resto del grupo, que aún no es capaz de tomar las riendas del partido sin la tutela de sus figuras históricas.

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El Desafío de Gandolfi

Cuando se le preguntó sobre el partido, Gandolfi fue honesto: "Es difícil analizar el partido cuando juegas tanto tiempo con dos hombre menos... uno siente orgullo, porque dejaron todo". Si bien la gratitud es comprensible, esta afirmación pone su liderazgo bajo la lupa. La dificultad para analizar el juego no es una excusa, sino la consecuencia directa de una falla que recae en su gestión. La pregunta que muchos se hacen es si Gandolfi podrá, a largo plazo, inculcar la disciplina necesaria para que Nacional deje de ser un equipo que lucha contra sí mismo y se convierta en un contendiente real. La valentía en la adversidad no es suficiente; el reto es evitar que la adversidad sea una creación propia.