¿Se ilusiona Venezuela? La sanción de la CONMEBOL a Bolivia por el dopaje en eliminatorias

El fútbol boliviano se sacudió tras la confirmación de una sanción por dopaje impuesta por la CONMEBOL a Ramiro Vaca, mediocampista de la Selección y figura del Bolívar. La noticia, que mezcla polémica y un suspiro de alivio, ha puesto los reflectores sobre los controles internos en el país.

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Vaca ha sido suspendido por un periodo de ocho meses debido a una infracción al Reglamento Antidopaje del ente sudamericano. El positivo se detectó en un control realizado tras un partido de la Copa Libertadores 2025, donde su club, el Bolívar, se enfrentó a Sporting Cristal. La institución paceña oficializó el caso a través de un comunicado, informando que el futbolista fue "notificado por la CONMEBOL sobre la suspensión provisional por una supuesta infracción a la normativa antidopaje". El expediente del caso, registrado bajo el código D-02-25, incluye la posibilidad de que el jugador apele la decisión ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).

A pesar de la gravedad del positivo, la sanción generó una reacción de relativa tranquilidad en la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y el cuerpo técnico de La Verde. La suspensión de ocho meses significa que el talentoso mediocampista podrá cumplir su castigo a tiempo para reincorporarse al combinado nacional.

Esto es crucial, ya que el equipo boliviano tiene programado afrontar el repechaje intercontinental en los primeros meses del próximo año, buscando un cupo a la próxima Copa Mundial. La visión de juego, la calidad y el aporte de Vaca en el mediocampo serán vitales para ese desafío decisivo.

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El caso de Ramiro Vaca, aunque moderado en términos de tiempo de inactividad respecto a los compromisos de la Selección, plantea serios interrogantes sobre la necesidad de fortalecer y transparentar los controles antidopaje tanto a nivel de clubes como en la Federación para evitar futuros incidentes que pongan en riesgo el sueño mundialista de Bolivia