Por David Arengas
La contundente victoria de Atlético Nacional sobre Cúcuta Deportivo en la Copa BetPlay ha quedado en un segundo plano, eclipsada por la grave situación de seguridad que se vive en las inmediaciones del Estadio General Santander. Con el partido finalizado, el club antioqueño ha tomado medidas drásticas y ha solicitado garantías para su salida, en medio de un tenso ambiente.
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Minutos después de que el árbitro pitara el final del encuentro, un importante dispositivo de seguridad se desplegó en los alrededores del estadio. A esta hora, más de 650 hombres de la policía se encuentran en la zona, intentando controlar a los aficionados y evitar que se presenten disturbios. Este despliegue policial es una clara respuesta a la tensión que se generó desde antes del partido, cuando el bus del equipo 'verdolaga' fue atacado, resultando herido el jugador Alfredo Morelos.
La preocupación por la seguridad es tal que el grupo de prensa de Atlético Nacional emitió un comunicado informando sobre una decisión sin precedentes. Debido a la situación de seguridad "antes, durante y después del partido", el club ha cancelado la rueda de prensa que se tenía prevista. Además, y en un hecho que evidencia la gravedad del panorama, la directiva del club le ha solicitado formalmente al delegado de Dimayor, a la Policía Nacional y al Cúcuta Deportivo garantías para poder abandonar el estadio de forma segura.
El triunfo de Atlético Nacional, que le da el paso a la siguiente ronda del torneo, se ve empañado por un nuevo capítulo de violencia en el fútbol colombiano, dejando en evidencia la fragilidad de las medidas de seguridad y el riesgo al que se enfrentan los equipos en cada jornada.
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