Por David Arengas
La tranquilidad que suele rodear a un encuentro futbolístico se ha visto perturbada por graves amenazas que ponen en riesgo la realización del partido entre Bolivia y Colombia, programado para este jueves en la ciudad de El Alto.
Según denuncias del Gobierno Municipal de El Alto, un grupo liderado por el dirigente vecinal Aurelio Mamani ha amenazado con sabotear el evento deportivo, bloqueando el acceso al estadio y perpetrando actos violentos contra jugadores y asistentes.
La vocera de la alcaldía alteña, Beatriz Zegarrundo, ha confirmado la veracidad de estas amenazas, asegurando que el grupo en cuestión busca perjudicar el espectáculo deportivo y que incluso contempla acciones delictivas como bloquear avenidas con escombros, atacar vehículos y agredir a los jugadores.
Ante la gravedad de estas amenazas, las autoridades bolivianas han activado los protocolos de seguridad y han solicitado la intervención del Ministerio Público y la Policía Boliviana para capturar a los responsables y garantizar la seguridad de todos los involucrados.
“Estos señores son la vergüenza de la ciudad de El Alto y son personajes nefastos que prácticamente están instigando a delinquir. Estamos pidiendo a la Fiscalía y al Comandante de Policía que actúen de oficio, de manera inmediata ante este tipo de delitos”, afirmó Zegarrundo.
La posibilidad de que el partido sea suspendido se cierne como una sombra sobre el encuentro. La seguridad de los jugadores, cuerpo técnico y asistentes es una prioridad absoluta, y las autoridades no están dispuestas a arriesgar vidas humanas por un evento deportivo.
La Federación Boliviana de Fútbol y la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) se encuentran monitoreando de cerca la situación y evaluando las medidas a tomar. Si las amenazas persisten y no se garantiza la seguridad, no se descarta la posibilidad de que el partido sea reprogramado o trasladado a otra sede.
La suspensión del partido tendría un impacto negativo en el fútbol boliviano y colombiano, así como en la imagen de la ciudad de El Alto. Además de afectar a los aficionados, que se verían privados de disfrutar del espectáculo deportivo, también tendría consecuencias económicas para la ciudad, que esperaba recibir ingresos por concepto de turismo deportivo.
Es fundamental que las autoridades actúen con rapidez y firmeza para neutralizar las amenazas y garantizar que el partido se dispute en un ambiente de paz y seguridad. La comunidad internacional también está observando de cerca esta situación, y una respuesta efectiva por parte de las autoridades bolivianas será crucial para preservar la imagen del país.
Ante esta situación, las autoridades hacen un llamado a la calma y a la cordura. Se insta a los ciudadanos a rechazar cualquier acto de violencia y a colaborar con las fuerzas del orden para garantizar el éxito del evento deportivo.
El fútbol es un deporte que une a las personas y que debe ser disfrutado en un ambiente de armonía y respeto. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para que el partido entre Bolivia y Colombia se pueda disputar de manera pacífica y segura.
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