Por David Arengas
El partido entre Águilas Doradas y Deportivo Cali por la jornada 13 de la Liga BetPlay II-2025 terminó con polémica dentro y fuera del campo. Aunque el marcador favoreció 3-1 al equipo antioqueño en el estadio Alberto Grisales, la atención se desvió hacia una grave denuncia realizada por Avilés Hurtado, delantero del conjunto vallecaucano.
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Según el atacante, varios jugadores del Cali fueron víctimas de amenazas verbales por parte de Fernando Salazar, dueño de Águilas Doradas, mientras el compromiso se disputaba a puerta cerrada. “No estaba planillado para entrar porque era a puerta cerrada el partido y estaba gritándole a nuestros compañeros y eso no puede suceder”, expresó Hurtado tras el encuentro, mostrando su inconformidad y preocupación por lo ocurrido.
El hecho reaviva las múltiples controversias que ha protagonizado Salazar a lo largo de su trayectoria como dirigente del club antioqueño. Una de las más recordadas ocurrió en un duelo ante Independiente Medellín, cuando Andrés Cadavid, capitán del DIM, denunció que el empresario lo “braveó” e incluso aseguró que un escolta del dirigente habría sacado un arma. Posteriormente, Salazar interpuso una demanda penal contra el futbolista por injuria, aunque Dimayor terminó sancionándolo con multa y suspensión por insultos al árbitro y comisario de campo.
Otro episodio polémico se registró frente a Once Caldas, cuando Salazar ingresó a la sala del VAR para increpar a los jueces, insultarlos e incluso dañar parte del aire acondicionado tras la anulación de un gol de su equipo.
La denuncia de Hurtado abre un nuevo capítulo en torno a Fernando Salazar, figura recurrente de polémicas que, lejos de apagarse, continúan encendiendo la discusión en el fútbol colombiano.
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