Historicos

El día que Alfonso Cañón hizo quedar en ridículo a Garrincha

Por Camilo Malaver Duarte

El legendario jugador bogotano opacó al ídolo de la Selección de Brasil.

El legendario jugador bogotano opacó al ídolo de la Selección de Brasil.

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El domingo 25 de agosto de 1968 ocurrió un hecho histórico para el FPC, pues el astro brasilero Manoel dos Santos “Garrincha” jugó su primer y único partido con el Junior de Barranquilla. Sin embargo, la figura del encuentro fue el bogotano Alfonso Cañón, volante del equipo visitante, Independiente Santa Fe.

 

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Para ese entonces, Garrincha, “la alegría del pueblo”, era uno de los mejores jugadores de todo el planeta. Bicampeón del mundo con una de las mejores equipos nacionales de Brasil de toda la historia, en esos días se encontraba sin equipo. A sus 32 años, fue contratado por el cuadro barranquillero, causando revuelo en todo el país.

 

“Se requirió de la intervención de la Policía para sacarlo de entre 2.000 aficionados que llegaron hasta la nave, rompiendo las rejas que separan la sala de recepción con la pista de aterrizaje”, cuenta Estewil Quesada en un reportaje sobre la asombrosa llegada de Garrincha a Barranquilla.

 

El 20 de agosto del año 1968 fue su primer entrenamiento, al que asistieron tres mil personas. Sin duda, la figura natar de Brasil era lo que se robaba la atención, pese a su aparente sobrepeso (dijo estar en 76 kilos, cuatro más de su peso ideal).

 

Para esos días, "Garrincha" ya era ídolo del Botafogo y de la selección brasileña, con la que ganó dos títulos mundiales (Suecia 58 y Chile 62). En 1962 fue elegido como el mejor jugador de la Copa del Mundo, pero desde entonces lo aquejaba un problema de rodilla, agravado por el consumo de alcohol, que lo llevó a la decadencia de su carrera.

 

En un audaz movimiento, la dirigencia de Junior lo contrató para participar del torneo local, gracias a un contrato flexible, que se manejaba con un pago por partido jugado. El cuerpo técnico anunció su debut para la misma semana en que llegó: el 25 de agosto de 1968 ante Santa Fe

 

Aquel día, el estadio Romelio Martínez se llenó con 24 mil aficionados, que dejaron una recaudación récord para el momento, de 370.000 pesos. Locura total en la ciudad de Barranquilla.

 

Roberto Prieto, lateral izquierdo de Santa Fe, recibió la instrucción de marcar al astro brasilero, quien a los dos minutos tuvo su primera intervención a través de un tiro libre, que atajó Heriberto Solís. A pesar de no estar en condiciones físicas, el ídolo mundial mostró su categoría.

 

Corría el minuto 17, cuando el Junior abrió el marcador a través de otro brasilero, Eduardo Texeira Lima. Garrincha desbordaba por la punta derecha, desde donde lanzaba centros que sus compañeros no lograban definir. Todo era alegría para los hinchas del Rojiblanco.

Pero pasó lo que nadie esperaba. En el minuto 20, Delio “Maravilla” Gamboa igualó el marcador para Santa Fe. Además, tan solo 20 minutos después llegó el segundo gol Cardenal, a través de Alfonso Cañón, en ese entonces de 22 años y con una estrella en su palmarés (la de 1966).

 

Para el segundo tiempo, al primer minuto de juego, el brasilero Ayrton marcó el 2-2. El anfitrión buscó por todos los medios el gol triunfo, pero se encontró con una férrea defensa y con el buen fútbol del Maestrico Cañón. Precisamente, el histórico goleador fue el autor del 3-2 de la visita, a los 30 minutos del complemento.

 

Al final, el Expreso Rojo se llevó la victoria y Alfonso Cañón los aplausos, que opacaron el mediático y efímero paso de Garrincha por la liga colombiana.

 

Para la siguiente semana, Garrincha dijo que estaba fuera de ritmo y descartó ir al partido venidero para poder ponerse en forma. Según algunos testimonios, su cabeza seguía en Río de Janeiro, en especial por su pareja, la cantante Elza Soares

 

Cuando le preguntaron cuándo llegaría su pareja a Barranquilla, no titubeo para contestar que "Elza no viene, yo me voy". Y el 11 de septiembre anunció que iba a visitarla y que luego volvería para seguir jugando con el Junior. Pero nunca más volvió.


 

Por el otro lado de la moneda, Alfonso Cañón siguió jugando en Santa Fe, con el que obtuvo otras dos estrellas (1971 y 1975). Además, se convirtió en el jugador con más partidos disputados y más goles marcados en la historia del club. Al lado de estos registros, se le recuerda también por su buen fútbol, por el que se le considera el mejor futbolista bogotano de la historia.

 

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